Arte, sentimiento, belleza… éstas son las constantes que guían el camino de Elisa desde hace treinta años. Todo empezó en un pequeño taller de muñecas de cerámica que, poco a poco, fue siendo reconocido hasta llegar a convertirse en una unidad de producción artesana autónoma


Montserrat Ribes
Maestra Artesana

Las manos que se ocupan de materializar tal idea son las de la escultora Montserrat Ribes

Por encima de este espíritu dinámico y de superación, hay un factor que domina sobre cualquier otro: el amor al arte y al trabajo artesano. Elisa conoce bien cuál es su función: crear belleza; y las manos que se ocupan de materializar tal idea son las de la escultora Montserrat Ribes, por supuesto. Desde sus inicios, Elisa ha realizado su tarea de forma tradicional y con el máximo rigor. Las esculturas Elisa están fabricadas en Españay y los artesanos que trabajan las esculturas son personas altamente profesionalizadas, con un gran sentido artístico para llegar a crear piezas con personalidad y vida propias. Con más entusiasmo y fuerza si cabe, Elisa dirige la mirada hacia el futuro, un futuro que se muestra, ahora más que nunca, cercano, luminoso y claro; un inmenso mundo de posibilidades.

Cómo nacen, cómo se hacen

En el año 1968, la escultora Montserrat Ribes realizó unos modelos desbordantes de realismo que al mirarlos nos transmitían sentimientos. Intentamos reproducir estas figuras en cerámica ya que ésta era la técnica que conocíamos desde hacía 30 años. En la cerámica, al igual que en la porcelana, se producen unas contracciones y movimientos tanto en el secado como en la cocción de la pieza.
Al intentar reproducir las piezas observamos que éstas perdían el realismo y el sentimiento del original. Las pequeñas variaciones eran suficientes para modificar la esencia de la figura

Tras muchas pruebas buscando el realismo que Montserrat da a sus obras, conseguimos con un nuevo material unas reproducciones totalmente fieles al original, que a su vez tenían unas características técnicas excelentes como piezas para decoración. Desde aquel momento hemos preparado este nuevo material de la siguiente manera. A partir de cerámica y mármol convenientemente molidos obtenemos polvo. Añadiendo una resina solidificante conseguimos una pasta que, colada en un molde,  se solidifica obteniendo la primera forma. (El molde se fabrica partiendo del original y sirve para la reproducción de cuarenta o cincuenta piezas).

La pieza obtenida pasa por un primer proceso de desbastado y esculpido mediante una pequeña muela, similar a la de un dentista. Este proceso lo realizan tres personas en tres fases diferentes, utilizando, en cada una de éstas, una muela más pequeña y más fina. Se repasan todas las formas, flores, ojos y todos los detalles otorgándoles un toque personal. A continuación otra persona, con la ayuda de un chorro de arena a presión, retoca la superficie quedando la pieza preparada para ser pintada. En primer lugar se da una capa de preparación a la totalidad de la figura, a continuación se pinta la piel, cara, brazos y piernas, consiguiendo unas sombras que destacan los movimientos de la cara y la piel. Seguidamente se pinta el resto de la pieza. El proceso de pintado es muy parecido al utilizado en un cuadro al óleo.

Las personas que pintan parten de los colores, preparados por Montserrat Ribes, y los mezclan en paleta consiguiendo una gran pluralidad de tonalidades con las que pintarán la pieza en diferentes capas, hasta conseguir el aspecto deseado por la artista.
Las personas que pintan están formadas y seleccionadas en la escuela de Montserrat Ribes.